Desmineralización

Una de las aplicaciones ideales para estos cartuchos es la desmineralización total de corrientes de agua en pequeñas instalaciones, como el post-tratamiento del agua, producto de pequeños sistemas Osmosis Inversa, que aunque con bajo caudal requieren calidades compatibles con los estándares internacionales más exigentes.

Un ejemplo de ellos son las calidades de agua exigidas para fabricar inyectables o microprocesadores, donde es necesario alcanzar una resistividad del agua de 18 Mohms y/o un valor de TOC inferior a las 200 pbb (partes por billón).

Constructivamente consiste en una "chaqueta" de PP inerte que posee en sus extremos sellos y prefiltros que confinan en su interior a un determinado volumen de resina catiónica y aniónica, mezclada, regenerada y lista para actuar, a travez de la cual se hace circular la corriente de agua.

Todos los materiales constructivos son aprobados por FDA. Al ser descartables se evita el problema de continuas sanitizaciones dado que si el cartucho se contaminara, bastaría con reemplazarlo para solucionar el problema.